viernes, 16 de julio de 2010

Ya no veo luz en tu ventana...



Ay José Pablo, yo escogiendo papas en el super, y tu, muerto...

Hace dos días quise visitarte pero tu cuñada me dijo que no recibías a nadie, que estabas sedado y deprimido, que hablara a medio día para ver si podía verte.

Y anoche, ya no vi luz en tu ventana. Me dijeron que habías muerto.

Sé que estabas harto de la vida, sin hijos y con muchos amigos y conocidos, pero ¿a cuántos de ellos habrás confiado realmente tus sentires?

Ya no volví a llamar por desidia. Y te fuiste a mejores lares y me da gusto por ti pues sé que ya no querías vivir. Es duro quedarse solo, asi que a ver como nos va a los que quedamos.

No tuviste hijos, pero ¿que mas hijos que los que ayudaste a formar en tus años de docencia?

Dedicaste casi toda tu vida a ser Profesor de Prepa. Te encantaba. Es suficiente.

El Diablito me llamó desde Veracruz para que le confirmara la noticia de tu muerte, y créeme, estaba triste. Tú le ayudaste como a muchos otros y te tiene en especial estima para siempre.

Quise ocultarle la nueva a mi madre, pero La Tartana vino de visita e imprudentemente se lo dijo y ella inmediatamente habló a tu casa tan solo para que le confirmaran que ya no estabas en éste plano. Lloró y sus ojos se apagaron por buen rato pues te conocía desde tu juventud. Sé que casi siempre la sobreprotejo, pero es que tu la viste, parece tan indefensa desde que está en silla de ruedas... Pero mas indefenso te veías ahi postrado en tu cama. Flaquito flaquito y casi sin habla. ¿Dónde quedaron tus amores, tus sueños, tus fuerzas de vivir? ¿Así tiene que ser la vida?

¿Siempre viene la desesperanza y te doblega?

Ahora voy por el tomate y la cebolla que estamos a punto de salir al rancho, siempre el rancho...