jueves, 12 de noviembre de 2009

¡Por fin!


Mmmh... desde finales de Septiembre, todo Octubre y todo lo que va de Noviembre que no escribía...
Pero es que el tiempo de repente se me va, y la cotidianeidad me impide ver mas allá de mis narices. Y dejo de escribir, que ya de por si es cada venida de obispo.
Pero bueno, la buena nueva es que la herida de la cirugía de mi Madre ya cerró. ¡Por fin!, después de ocho meses y medio ha cicatrizado ya que la infección cedió por completo. La semana pasada que la llevé con el angiólogo le dijo que ya podía irse al rancho con su viejo. A los dos se nos llenaron los ojos de lágrimas del gusto y del alivio al saber que lo mas grave había pasado. ¡Gracias a Dios! Ahora poco a poco todo vuleve a la normalidad.

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