miércoles, 4 de agosto de 2010

Verano del 2010

Rojo, que te quiero rojo...
Con el verano en pleno, se vino la reseña y con la reseña las nuevas crías, y en éstas, los machos; mismos que al no ser seleccionados para que crezcan como toros, se les castra y quedan como novillos que al final de cuentas se exportan a los Yunaites. Criadillas, les dicen y según los de paladar gustoso, éstas son muy requeridas en la gastronomía. Y caras, también dicen.

Acá, éstos guevos, como dicen los vaqueros, se ponen en las brasas que quedan después de calentar el lonche, y tatemadas y con todo y cenizas, se comen con tortilla de harina.

Créanmelo, nunca antes mis manos habían agarrado tantos guevos juntos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario